La pequeña Venecia!!!!

"Aquí tengo la oferta de trabajo en Miami.." fueron sus palabras cuando por fín lo había logrado... 

Ya teníamos la ciudad y las condiciones de permiso para vivir en este país... pero "dónde queda tu oficina? Allí hay buenos colegios?"  fueron las primeras preguntas para empezar a ver dónde nos estableceríamos...  Claro, no tuve que preguntar sí allá había venezolanos, pues en Miami sería como redundante... pero si hubiese sido otro el caso, esa seguro hubiese sido mi tercera pregunta: "y allá hay venezolanos???" 

Me impresiona mucho cuando escucho a otros "paisanos" decir: "ay Noooo, allá no vivo ni de broma, hay tantos venezolanos!!!!" y yo pienso: pero qué significa eso?? Y tu qué eres? No eres venezolano? Bueno, definitivamente cada cabeza es un mundo, pero a mí, a mí que me lleven a vivir en LA PEQUEÑA VENECIA!!!

Debo reconocer la suerte con la que corrimos al llegar a un lugar donde tengo mis primos a quienes quiero como hermanos y que han sido nuestro mayor apoyo en esta nueva etapa... Y unas amigas de toda la vida que también han sido guías y compañía vital! Sin duda, no hemos arrancado de cero... Pero adicionalmente, en el día a día, no se imaginan lo que ha significado para mí vivir en un lugar repleto de venezolanos! Gracias a eso, conseguí por fin un queso blanco bien saladito para las arepas, tengo un grupo en whatsapp de las mamás de los salones de mis hijos que me ha ayudado muchísimo este primer año de colegio, conseguí las galletas maría "gringas" más crujientes y dulces para que mi hijo no extrañe taaaanto sus favoritas de puig, mientras los abuelos llegan a reponer nuestra despensa... Y hasta llenamos el álbum del mundial intercambiando barajitas en Walgreens (como dijo un papá, "cambiamos Santa Paula por el Walgreens de la 41")... En fin... han sido taaaantos los beneficios de toparme con gente que se siente cercana!

Es como tener una sensación de seguridad cuando voy por la calle y oigo un "que molleja!" O un "na guará", un "chevere pana" ... No se, pienso que sí me caigo, al menos alguien me va a levantar sin pensar primero que lo puedo demandar si me doblo el pie al pararme...  Ahora me queda clarísimo por qué en muchísimas ciudades del mundo existe un Chinatown o un Little Italy! Ya entiendo su necesidad de organizarse en comunidades y de haber creado esos barrios... 

Es que a mí me encanta la idiosincrasia de los venezolanos, somos tan particulares! Creo que es una mezcla entre metiches (curiosos y entrometidos), sabelotodos (sabemos un poquito de muchas cosas y si no, le damos la vuelta a todo) y nobles (somos tan solidarios y sentimentales)... En definitiva, somos buena gente!!! No podemos ver a nadie llorando porque se nos agua el guarapo, a alguien tosiendo porque lo recetamos o a alguien perdido porque inmediatamente estamos buscando esa dirección!

Yo, por ejemplo, siempre consigo un ángel venezolano q responde a mis monólogos en voz alta... (si, esos monólogos cuando estamos solos haciendo diligencias en la calle) "Ay chica, que carne será buena para mechar?" y una voz remota dice: "skirt! skirt es falda, es lo mismito!"... El otro día en la charcutería pedí: -"Señora, tiene jamón serrano?" -"Si claro!" Y me da a probar un jamón como ahumado.. y yo con cara de confundida le digo: -"No, pero serrano, serraaaaano, no tiene? -"Si ese!!!"... Y se voltea la señora de al lado y me dice "Ay perdona que yo soy muy metiche, pero tu lo que quieres es prosciutto! Aquí debes pedirlo así!" -"Ahhhhh! Prosciutto!" -"Si y mira, aquí están estas tres marcas, ellos siempre te recomiendan este cariiiisiiimo, pero este es ES PEC TA CU LAAAR!!! Total que tan bella esa señora, me dedicó su tiempo para enseñarme... y nos fuimos las dos contentas, yo con mi prosciutto ES PEC TA CU LAAAR y ella enterada de que yo estaba llegando, que tenía dos hijos y que esa noche iba a cenar sandwichitos de canilla con prosciutto y manchego... Jajajaja

Para mí, este era uno de los miedos más grandes de vivir afuera: El poder mantener nuestros valores de familia en una sociedad distinta... Por eso, más allá de las cosas simples o las anécdotas diarias, siento que viviendo cerca de venezolanos, estoy en un pedacito de tierra de valores compartidos, donde no tengo que ir contra la corriente!  Siento que así la cosa es un poquito más fácil... Y si esto me pasa aquí, en la sucursal de Venezuela en el mundo, me imagino que debe ser mucho más necesario y evidente en lugares más lejanos o con menor diversidad cultural.

Qué le recomendaría yo a cualquiera que saliera a otras tierras?  Si no tiene familia o amigos que lo estén esperando, buscarse su venezolano cerca y no soltarlo! Recuerden que ellos ya pasaron por lo mismo que nosotros... 

Suerte y nos seguimos viendo en la vía!...