Restregar o ser feliz?

Estos días estaba pensando en que hay varias cosas que no he aprendido a hacer en mi vida y que debería saber hacer... Si lo pienso rapidito se me ocurren: Montar bicicleta (algún día lo hice, me caí y hasta ahí llegué), cambiar un caucho espichado, hacer el respaldo de mi celular en mi computadora, preparar la caña para pescar y... restregar la ropa!!!

Si me dijeran: "Seleccione uno de los anteriores descritos que quisiera aprender" tendría que seleccionar "Todos los anteriores menos RESTREGAR!!!" jejeje Es que no puedo! De esas cosas sobre las que prefieres declararte incompetente? Bueno es una de esas...  Sé que esto no debería ser grave y tal vez ni siquiera un tema del que hablar en un blog, pero es que me siento en una lucha contra una destreza que debería venir con una de forma muy natural (al menos eso es lo que opinarían las abuelas y las mamás que nos han enseñado toda la vida que, a pesar del maravilloso invento que ha resultado la lavadora, todo se restriega!).... Las medias sucias, las manchas en las franelas, la ropa íntima, los monitos de los bebés, en fín que si quieres quitar la mancha debes restregar y dejar remojando la pieza... Es así como en todas las casas del venezolano común existe una batea, una ponchera y un jabón azul...  Así de simple! Y esta casa donde vivo no podía ser diferente! La dueña, venezolana ella, mandó a hacer su batea en el lavandero así como para que yo no tenga excusa pues...

Pero es que de todas las tareas del hogar una que no me resulta tan simple (además de planchar) es esa de restregar. No me sale bien, no hay mancha que pueda sacar restregándola... Creo que responde a que definitivamente no tengo fuerza en los brazos. Empiezo a darle y al minuto (literalmente al minuto) me empieza un dolor entre el hombro y el brazo... Es como un calambre que se irradia al antebrazo, la muñeca y finaliza con las manos engarrotadas! Y dígame cuando se trata de una manchita de esas que hay que darle duuuuroooo, termino con las falanges de los dedos medios hasta rotas del chaca chaca... Horrible! Ya me explico por qué digo que no se? Jejejeje

Cuando vivía en Caracas me parecía maravilloso, y hasta necesario!, eso de restregarlo todo, claro, porque otra persona lo hacía, pero ahora que me toca a mi estrujar ya no me parece tan maravillosa la cosa. Y menos cuando se trata de los monos de la bebé... No se a ustedes, pero a mí me parece que en este país la zanahoria, la auyama  y la lechoza, además de betacaroteno, tienen amarillo número 5!! Que frustración cuando salen de la lavadora y sigue la mancha amarilla fosforescente aunque me haya pelado los dedos!!!

Ya se imaginarán entonces cómo me pongo cuando veo a mis hijos corriendo por la casa y saliendo al estacionamiento en medias!!! Siempre les advierto:"Yo no voy a restregar esas mediaaaaas!", pero cuando me toca lavar y las veo con esas suelas negras, hay algo en mí, sí, el chip de las abuelas, que no me deja lanzarlas en la lavadora pues no quiero que se ensucie el agua y se percuda toda la ropa... Entonces? Me pongo a restregar! y es ahí donde empieza la pelea interna entre restregar o ser feliz: "Bótalas" me repito mentalmente... "Lánzalas así!!", "Sé más práctica"... y digo: "Esta vez sí es la última vez que restriego... Aquí  los gringos si son prácticos, percudidos si, pero... felices!"

Y en el país de la practicidad he probado de todo lo que me dicen: sprays "quita manchas", prelavado, barritas... pero nada hace que desaparezca la mancha si no restriegas... y yo que no puedo ver a mis hijos con la ropa manchada!! Es una tragedia... Tal vez es cuestión de tiempo y pronto me "adapte al sistema" cómo dicen por ahí... jejeje

EL LOOK GRINGO

Hablando de lo prácticos que son aquí, recuerdo que cuando yo tenía como 12 años mi tía se fue a vivir a New York con su familia y el primer verano la fuimos a visitar, mi mamá con sus hijos y mi otra tía con los de ella... Como buenas venezolanas que somos, haciendo planes en grupo, mientras más, mejor!!! Así que nos instalamos en su casa! También mi tía, digna representante de nuestro país, tan hospitalaria ella resolviendo cama para 8 más... "Tranquilas aquí nos arreglamos!"

Bueno, por supuesto después de varios días tocó lavar ese ropero de 12 personas... Y las mamás visitantes (además de restregar) han sacado la mesa de planchar! Y fue allí cuando la mamá residente gritó: "planchaaaaaar!!" "No, no, no, aquí usamos el look gringo"  El look gringo? "Si! lavamos, metemos en la secadora y lo doblamos caliente! La ropa queda lo más lisa que se logre así... no se plancha!"...

Cuando llegué a Miami planchaba los uniformes de mis hijos con aquel esmero para que fueran lindos! Mi cuñada un día me dijo: "Te doy un mes más planchando" y así fue... después de un par de meses recordé aquel famoso look que hacía años no me había hecho click pero que, finalmente, después de tanta resistencia, tuve que adoptar!!!

UN TIP:  La ropa más delicada la dejo secar guindada y luego la meto un rato en la secadora bien caliente para doblarla... Queda estupenda!! Y aquella camisita terca que queda demasiado ajada, espera dobladita la visita de una mamá o tía venezolana que le guste planchar!!!!... Y restregar...


Sea como sea, resulta una tarea bien tediosa esta de lavar, restregar, guindar, meter en la secadora, doblar y guardar (sin contar con el misterio por resolver de las medias desaparecidas en la secadora o la "traga medias", como yo la llamo).

Por eso creo que en esta búsqueda inagotable de ser felices, una de las cosas que debemos hacer cuando nos mudamos es facilitarnos la vida en las tareas diarias, así que dejar pasar alguna manchita y adoptar un poco del look gringo es la solución que he conseguido, y que les recomiendo, para resolver la batalla entre restregar o ser feliz!!!

Nos seguimos viendo en la vía...